Esta mujer parece estar hecha de acero. El coche la arrolla literalmente, haciendo que caiga al suelo estrepitosamente en una caída espectacular. Pero ella, como si no pasase nada, se levanta y recoge las bolsas de la compra, siendo al parecer lo más importante en ese momento, como si tuviera miedo de que alguien aprovechase el atropello para robárselas.
La mujer sale completamente ilesa, en un accidente que nos ha dejado con la boca abierta. También es reseñable que no la ayuda mucha gente, debe ser que allí las cosas son muy distintas a lo que estamos acostumbrados. Esperemos que no le vuelva a ocurrir nada a la pobre señora, que nunca se sabe cuándo puede ocurrir realmente algo.
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