Tres semanas después del devastador tsunami que azotó el noreste de Japón, los guardacostas encontraron en el mar abierto, a más de un kilómetro de la costa, a un perrito que flotaba a la deriva sobre los restos del techo de una casa. El perro de color oscuro llevaba un collar.
Al
principio los socorristas tenían la intención de recuperar al animal,
aparentemente ileso, con un helicóptero, pero el perro asustado por el
ruido huyó saltando sobre otros restos del techo flotantes. Después
decidieron enviar un barco para rescatar al animal. Un socorrista lo
tomó en sus brazos y volvieron al barco que los transportó a tierra.


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